domingo, 26 de julio de 2015

El poder del tedio (Espiando lo sónico 9, 25/07/15)

                      
                                                         El poder del tedio

Lo de levantarse con el pie izquierdo no será más que una manera de hablar, pero describe bien el hecho de comenzar un día con el paso cambiado. De aquellos días que tal vez te fijes en cosas que normalmente son vistas como algo cotidiano y habitual y días como estos las contemplas con distancia, ironía y de manera lacónica.

Esos días que sales, coges el coche para ir al trabajo y al instante de hacer una maniobra normal de salida que no dura más de 20 segundos ya hay un tío que te está pitando y que cuando acabas te hace aspavientos en una especie de coreografía mal coordinada. Exactamente como si su vida o cualquier otra dependiera de esos 20 segundos.

Llegas al cruce y pese a que el semáforo está en rojo la peña tampoco es capaz de permitir que te incorpores, y para más inri, se plantan delante en perpendicular a tu coche con un rictus que trata de disimular que tal vez, no hubiera pasado absolutamente nada si te hubieran dejado ponerte delante suyo. Esa especie de culpabilidad mal disimulada que imprime la leyenda en el rostro de que "en el coche hay que hacer lo que hay que hacer".

Así como que en cualquier rotonda, los intermitentes no existen pero luego cuando los vehiculos se tocan, hay agrias discusiones donde todo el mundo tiene razón y ni tan siquiera en esas intersecciones circulares ninguna de las partes se ha molestado en hacer uso de esa palanquita que tanto les molesta.

Pero eso no es nada, previamente has observado como en el último noticiero se hacen reportajes hechos para azuzar a los que se sienten españoles pero de los neutrales respecto a nacionalismos y ponerlos en contra del catalanismo imperante y de los catalanes. Para luego más tarde, ver al mismo presentador cantando las excelencias del último producto anticaída del pelo. Neutralidad, me digo. Pero de la mala y para vender (nunca mejor dicho) cualquier cosa, me digo. Y luego me repito, hacerse periodista para "eso".

Pero ya habías visto la última tendencia televisiva de anunciar medianías y tratar de vendértelas como el estreno más "in" de la parrilla televisiva. Otro "bluff" estilo "Break mansions". Basura y más basura. En la sección de deportes contemplas como atacan a equipos de futbol de calidad y que juegan a futbol avasallados con juicios esperpénticos por fichajes de cuantías desorbitadas, tribunales que multan porque los aficionados se expresan con banderas, sanciones por fichar jovenes promesas; es decir todo aquello que todos hacen pero que nunca pasa nada. O sólo les pasa a unos y a otros no. En fin.


Lejos de ello, vuelvo a ver como en los principales festivales de música del verano se repiten los mismos nombres, y me quedo principalmente con dos de ellos: Los Planetas y Belle & Sebastian. Dos grupos cuyas últimas grabaciones, aparte de cansinas son de calidad más que cuestionable. Pero mira, ahí están. Hace diez años los vi a los dos en aquella misma edición de Benicàssim y luego cíclicamente, los has visto desfilar por carteles, este año en el Primavera, el siguiente en Benicàssim, luego en el otro de más allá. Aparecen siempre en algun que otro cartel. Y me digo, "siempre los mismos, y en el mismo tipo de festival. ¡Joder! ¡qué puta casualidad!". Será que caen muy bien a sus organizadores, o tal vez sean lo mejor de lo mejor y la crême de la crême. ¡Vaya opera egipcia!

Para más inri, vuelvo a ver como algunos fans de lo friki siguen adulando a la misma artista Bjork, pese a sus devaneos protointelectualoides, sus derivas carrinclonas a través de colaboraciones de lo considerado como alternativo en el mundo de la música. Más de lo mismo, me vuelvo a decir. Más cansinismos. Como cuando vas al cine y para aderezar las escenas más explosivas te cuelan el típico tema remezclado por el maldito Pittbull en version clónica al resto de los que ha hecho o en los que ha participado desde que empezó a sonar su nombre. ¡Qué pesadilla!

Pero en el espacio virtual la cosa va a más, mientras contemplo como en la página de fans de Mike Oldfield, los coleccionistas dicen que se pillan la reedición del disco que ellos califican como el peor de su carrera, por aquello de ser el fan más fan, y por puro afán de completismo. Primero lo dejan de posavasos y luego corren a la web de la discográfica para encargar alguna edición limitada en vinilo de colorines de ese peor disco. Esperpéntico.

Empezar con el pie izquierdo tal vez debiera ser un ejercicio a seguir cada día en vez de plegarnos a esos otros ejercicios dados  las exigencias y presión social por estar bien guapos y perfectos, machacándonos con ese otro tipo de ejercicios rutinarios en el gimnasio, embalsamados en gomina y pidiendo hora para una depilación integral masculina.

Esos días en que el nihilismo más radical se apodera de nosotros y nos posee, pero que tal vez nos dé la visión más clarividente de cómo es este mundo y como lo hemos construido. Ese nihilismo en el que crees que Kafka tenía toda la razón del mundo porque realmente parece que la humanidad entera se ha transformado en un enjambre de insectos que actuan de manera programada. Y todos sabemos qué solemos hacer cuando vemos un insecto en nuestros dominios, reptando por el suelo. Y lo hacemos sin pensar e inconscientemente. Y los que piensan acuden a coger el "lanzallamas" en spray para hacerlos desaparecer. Maneras y más maneras.

De esos días que le harías un calvo a tus obligaciones, pondrías en "se busca" a tu propia paciencia y mandarías el mundo entero a  freír espárragos. Pero no pasa nada, "el duende bueno" que te habla desde tus intestinos te dice que la hipocresía y la mediocridad impera en el mundo. Y ese día dices "vale, pero tampoco tiene porque ser tolerable". Así que te sientas en el trono de can Roca, desahogas tus vísceras, sueltas un suspiro y te largas a trabajar de nuevo a la enésima versión de lo que es un basurero. Pura vida.


                                    Espiando lo sónico 9 (25/07/15)

Pues si pura vida. Lo único que acaba funcionando para curarte de los poderes decimonónicos del tedio y de las visiones telúricas sobre el mundo que te ofrece, es la música. Curiosamente, seguir intentando escuchar cosas nuevas y de vez en cuando se hace la luz, vuelves a descubrir a algun artista o disco brillante que te haga volver a pensar que el mundo puede ser maravilloso también;  y te desintoxicas de tanta irrelevancia repetitiva cotidiana cansina. Y eso hacemos. Funciona.



                                                             POLE POSITION


Bigott
Sean Rowe













 Bigott "Pavement tree" (Pop folk, ZARAGOZA). Al parecer, nuestro mañico se asoció con un ilustre de la escena indie mundial como es Jeremy Jay. Y a mi qué. El contenido del disco es lo que cuenta, y ahí diría que ha habido cierta evolución, un salto cualitativo hacia algo más estilizado o depurado. Sigue cantando con su acento inglés descaradamente zaragozano, en el desparpajo melódico que le es habitual. El caudal de ideas sigue intacto (sigue en su línea de album por año), pero su virtud es la originalidad y por ello se distingue. Pues si decíamos que había un cambio hacia delante es por un mayor acercamiento al pop de lo habitual, se ha situado un tanto más allá el folk sardónico y  cuasi costumbrista donde brillaba con fuerza y se ha asentado unos lugares más hacia adelante. Y ha acertado. Un artista brillante que trata de evolucionar y que además lo hace sin perder ni un ápice de autenticidad ni su sello personal, y aun más certeramente de lo habitual en estos casos, no merece más que elogios. Más comedido, me dirán algunos, pero se ha atrevido, ha arriesgado, y lo más importante, ha ganado. Más material brillante de un santo de nuestra devoción. Y por más desconocido que resulte a ojos de los profanos, para mí es ya un clásico de la escena musical española. Ese es el trato que merece. Y sólo hay que escucharle.

 Sean Rowe "Mad man" (Raices Americana; New York,USA). Tenemos a otro semi-outsider que a bien pocos les va a sonar, pero que cuando  se adentren en sus dominios y naveguen por sus canciones, se dará cuenta de que aquí tenemos un cantautor gigante. Con una voz grave donde las haya (cuanto se parece al timbre de Bigott, tambien, o viceversa); acompañada por arreglos que dan en el clavo y que se caracterizan por su precisión casi milimetricamente minimalista en su concepto. Personales, si quereis, pero que proyectan el alcance de estos temas al limbo de la excelencia. Parecen arreglos desnudos pero no hacen más que vestir las canciones y darles un aire de elegancia que muchos querrían para sí. Este hombre nos adentra con esa voz amaderada por estilos tan insignes como el folk, el country, el grass y virutas de soul. No sé si las comparaciones le harán un flaco favor ni que sea para intentar describirlo pero un algo de la voz de Cash o Cohen sí tiene. Y su música tienen un mucho de perennes, eternas, ejemplares, y sobre todo, disfrutables. Música americana por definición, raíces y autor.  ¿Se puede pedir algo más?
                                                    
GRANDES

 Dntel "Human voice" (Indietrónica; Sta.Barbara,CALIFORNIA)
Encontraba a faltar un disco así, añoraba los tiempos dorados de la indietrónica, aquella que hace más de 10 años que me hacía vibrar, y aquella que también el bueno de Jim Tamborello nos ofreció junto a su partenaire en Postal Service, Ben Gibbard, en uno de los mejores discos del género que se hayan oído jamás. Pues su artífice y uno de los nombres representativos de la escena como Dntel, vuelve a las andadas y nos ofrece un compendio de lo que el género ha sido y será, electrónica ligera, IDM para oídos refinados de buen gusto y que hará las delicias de los que les guste paladear música electrónica de suavidad contrastada, con aroma a frescura, virutas de savoir faire y trazas de género clásico que vuelve a demostrarnos que no tiene porqué desaparecer.

Juan Luis Guerra 4.40 "Todo tiene su hora" (Salsa tropical; REPUBLICA DOMINICANA). Algunos verán un sacrilegio en mencionar a este artista. Y en lo único que les daré la razón es en no haber podido acceder a material de artistas latinos de estilos latinos que  componen sus propias piezas. Entonces nos llega este nuevo largo de uno de esos artistas latinos más internacionalmente conocido y laureado, y que llevó a descubrirnos todo un abanico de ritmos que seguramente más de uno habremos bailado o sabremos tararear: quién no recuerda el "ojalá que llueva café" o su "woman del callao"  y a su vez se avanzaba en presentarnos un estilo que 15 años más tarde se pondría de moda en nuestro país como es la bachata en "bachata rosa". Pues se rodea de su banda habitual, nos monta letras actuales, y envuelve algunos momentos de estilos más modernos. Lo suyo es mestizaje de estilos y siempre sin declinarse a hacer cosas puristas, sinó mezclando elementos de bachatas y salsas con detalles propios de otros estilos dándole un toque exquisitamente personal a cada canción que nos dedica. Pura vida y punto.

Tiger menja zebra "Super Ego" (Rock Industrial; GRANOLLERS).
Shoegaze, ruido blanco, graves letales, remolinos de efectos que impactan, su música es capaz de comerse la piel cual acido sulfúrico proveniente de un Alien postindustrial. El grupo nacido de las cenizas de Camping, se salen en este largo. Se trata de un torbellino de sonido postindustrial que lanza cuchillos y causan heridas difíciles de cauterizar, en sendas frases afiladas y repetidas hasta la saciedad. Tan buen punto machacan hasta instalarse en tu cerebro como se revuelven y te disparan con algun otro trallazo maquinal diabólico. La definición y la reacción de lo que es el título de este post. Nihilismo puro, tedio combatido y hecho trizas, una puñalada reaccionaria a los tiempos que corren, a una sociedad desbocada y apocada en el trono del consumismo esperando a que una especie de nuevo fuhrer trate de extinguirla por completo. Tal vez se lo merezca por inmovilista. He aquí los Tiger Menja Zebra.

DOCUMENTOS MAGNÁNIMOS

John Coltrane "Live at temple University" (Free jazz; USA). Decir nada de uno de los genios del saxo y del jazz es sobrante. Es mejor coger un disco como este, experimentar lo que era capaz de ofrecer con su combo y luego hacerse a la idea. Free jazz que sigue su propio curso, sin tapujos ni límites de ningun tipo, que a duras penas ofrece resquicios de paz instrumental, donde tanto el genio como sus solos se esplayan a consciencia y como si no hubiera un mañana posible. Este es un documento incontestable, entre otras cosas, porque no sabes ya ni de qué manera está soplando su instrumento, ni en qué claves o  harmonias se desata el piano cuando lo dejan, y la percepción del tiempo se deshace para ir a merced y voluntad de los huracanes de los solistas. Pura incontinencia.


                                 PEQUEÑO CATÁLOGO DE SERES Y ESTARES

Rock
-Los Enemigos "Vida inteligente" (Rock-pop; MADRID). Unos ilustres, de música ilustre, voz personalísima. Grandes siempre. Agradable retorno y entrega discográfica, pese a que su 2ª mitad cojee un tanto.


Folk-Country
-Neil Young "Storytone" (Country-folk orch rock; CANADA). Piezas delicadas como la voz y carrera del huraño canadiense. Se pasea con la orquesta cansinamente en su vertiente delicada y con big band por la más bluesera. Pero lo que son las canciones, diría que brillan mucho más en su version desnuda de la deluxe edition.
-Jenny Hval & Susanna "Meshes of voice" (Dream folk;NORUEGA). La unión hace la fuerza y aquí las fuerzas telúricas misteriosas y místicas se unen al juego de penumbras y luz. Pura arquitectura.

Psicodelia-Trips-Arty
 -Panda Bear "Panda bear meets the Grim Reaper" (Pop psicodélico; Baltimore,USA). Siempre sobrevalorado, pero ofreciendo psicodelicos y caleidoscópicos pastiches poperos que a veces valen la pena.
 -Electric Wurms "Musik die schwer zu twerk" (Freak pop galáctico; USA). Ramificación personal de los Flaming Lips que van por su deriva psicodélico-tripera casi pura. Remolino colorista galáctico.
 -Adult Jazz "Gist is" (Soul-pop arty; UK). Trips psicodélicos jugando con melodías vocales cercanas al soul y aderezadas con arreglos indies e incurriendo en terrenos experimentales y artys.

Electro
-Simian Mobile Disco "Whorl" (Ambient electro; UK). Vapores etereos que envuelven atmosferas de condensaciones candentes. Nieblas y paisajes electrónicos que se respiran latiendo.
-Clark "Clark" (Techno; UK). Chris Clark sigue siendo un fenómeno, y vuelve a demostrarlo haciendo un crossover por el tecno de más diversa filia y origen. Una masterclass electrónica.
 -Kiasmos "Kiasmos" (Techno ambient; DINAMARCA+ISLANDIA). Olafur Arnalds y Rasmussen unen fuerzas y nos ofrecen este disco de ambientes electrónicos desde la calma y la contemplación.
-SBTRKT "Wonder where we land" (Electro; UK). Con menos gancho y acierto que en su anterior lp, electrónica instrumental con alguna que otra con featurings vocales. Nada mal.

Popsicks
-Erlend Oye "Legao" (Pop reggae; NORUEGA). Cualquiera diría que viene del norte, por su música seguro que no, entre el reggae y el pop nos ofrece pequeñas delicias artesanas difíciles de rechazar.
-Francisca Valenzuela "Tajo abierto" (Pop electrónico; CHILE). Sabor ochentero con los elementos vocales adecuados y arreglos electrónicos que dan en el clavo.
-Los Caramelos "Esconde tus alas en la torre fantasma" (Pop autor; MADRID). No sabría decir si va más por el tema personal de autor como por derroteros pop por sus melodías. En todo caso, valen la pena.
-Vic Godard & Subway Sekt "1979 Now" (Pop punk añejo; UK) Se tratará de un documento único entre el pop y el punk de los 80, pero suena más a retro que a punk. Lo que sea, algo así de magnífico.









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lunes, 20 de julio de 2015

Andrea Motis & Joan Chamorro Group, una experiencia religiosa (Festival Sons del Mon, Castelló d'Empuries 10/07/15)


                                                        El festival Sons del món

El festival Sons del Món es una propuesta que atrae mucho la atención. Su objetivo es maridar música de calidad con sonoridades variadas de alrededor del mundo, en actitud ecléctica y atractiva; con catas de vino que ofrecen tanto durante los mismos conciertos como en jornadas específicas fuera de ellos. Unos vinos propuestos a través de sommeliers de prestigio y sugeridas por su audición de la música de cada uno de los artistas que van a presentarse.

No sólo de vino y música se compone el festival, sinó tambien de gastronomía, al ofrecer al público una cena  con menú específico para cada evento en restaurantes de la zona.  Además, todo ello viene aderezado también para redondear la jugada con conciertos en escenarios únicos e incomparables como son este año la plaza de la Basílica de Castelló d'Empúries, la Ciutadella de Roses o también jornadas y conciertos en plenos viñedos de las bodegas de los caldos propuestos.

Así, son conciertos donde podemos saborear las particularidades y el encanto de una zona tan fantástica como la de nuestro Empordà, junto con su gastronomía, viticultura, en espacios inigualables y con el hilo conductor de música de calidad de artistas de alrededor del mundo y nacionales. Los que busquen alicientes para asistir a conciertos al aire libre, además de todo lo mencionado tendrán la oportunidad de poder vivir todo ello a precios más que asequibles.

En resumen, una propuesta irresistible para los mejores gourmets, nunca mejor dicho.

Este año la edición se abre con una actuación de kilates, Andrea Motis & Joan Chamorro group. Artistas a los que profeso una gran devoción y más después de haberlos podido catar en la edición del festival de jazz de Figueres unos años atrás.

Por entonces Andrea Motis, aún era considerada una promesa joven con mucho futuro. Pero en estos años ha girado por buena parte de la geografía mundial, ha actuado con artistas de renombre, ha tocado con otras promesas de la escena de Sant Andreu y no contenta con ello, también ha sido capaz de augmentar su campo de miras a la hora de tocar con orquestas, coblas  muy diversos tipos de material, abriéndose a estilos y formatos algo menos comunes en la escena del jazz.

Ya entonces para un servidor se trataba de una realidad, un nombre de los que deben ser escritos en mayúsculas por allá por donde vaya. Ahora la cosa ha pasado a mayores y quería disfrutar de nuevo de sus featurings; además de estrenarme por primera vez en tan exclusivo festival.

MARCO
Al entrar en el recinto y darse un pequeño garbeo, podemos ver una barra donde sirven los vinos propuestos, cerca de otra con las "típicas" consumiciones, y una tercera con pequeños platos para degustar en este caso, quesos artesanos de la zona. En la plaza de arriba, tenemos unas cuantas mesas donde degustar tan exclusivos tentempiés. En la zona de abajo, numeradas,  tenemos las sillas plegables que hacen de gradas.

Tenemos una iluminación exclusiva que abarca toda la parte frontal de la Basílica y en especial, el portal que queda justo detrás de la parte central del escenario. El escenario, la música que vamos a degustar, y el fondo con esa iluminación harán de esta noche una experiencia especial.

 FORMACIÓN
Los músicos suben al escenario y ocupan sus puestos. Hoy el pianista no es el ilustre Ignasi Terraza sinó Joan Munné, situado en el costado izquierdo del escenario con su piano de cola. Bien cerca se dispone el guitarrista Josep Traver. Ya en la parte central nuestra estrella, ms. Motis y a su retaguardia y controlando el combo el master Joan Chamorro. En la parte derecha el batería Esteve Pi.

Desconozco las mutaciones exactas del quinteto ni el porqué de la ausencia hoy de I.Terraza; ciertamente me pierdo entre el Chamorro "Quintet", el Chamorro "Group", los "Ensembles" y las jazz "band". Pero señalaré que por allá por donde veo carteles y agenda de conciertos, el pianista oficial de la gira suele ser el maestro Terraza. Supondré una cuestión de agendas o disposiciones puntuales o tal vez una incorporacion nueva que pueda llegar a ser algo más estable o definitiva.

Mi espíritu de recopilador de información y de investigación previa me falla, así como el detalle exacto del songlist de la noche. Ya me perdonarán, pero hace ya algunos días y no soy el fanático más insomne del jazz precisamente. Y siempre reconozco que no es el estilo donde más me prodigo en audiciones, más que de manera más bien puntual.

SONIDO
Dicho esto, al arrancar el concierto, me sorprende la excelencia del sonido, pese a estar al aire libre en un espacio abierto. El punto flaco que suelo encontrar más a faltar en conciertos de jazz, es una presencia más central del contrabajo pero hoy, el sonido de Chamorro es excelente y el resto del combo pivota alrededor de él. Hoy tiene presencia y eso, en jazz se nota y mucho. Tal vez los bajos del piano deberían estar algo más altos o los agudos de los micros de los vientos algo más moderados, especialmente en sus solos más desinhibidos. Pese a esas minucias, el sonido es de kilates, hoy; hasta mejor que en algunos espacios cerrados, que suelen ser algo más asequibles para ser controlados. Un trabajo excelente.

El esfuerzo por la escenografía, escenario y sonido es excelente y el acompañamiento con los vinos lo borda.

PERFORMANCES

Andrea Motis
Pero esto no va de escenarios, sinó de jazz de etiqueta. Y cuando la voz de Andrea Motis empieza a sonar, el mundo se para. Los habrá que dirán que es una exageración  o que  le dan mucha coba en los medios, pero cualquier alma con sensibilidad musical o artística me dará la razón cuando la oigan en directo.

Esa sensación se acrecenta hoy, noche fresca de verano, en este marco incomparable. Tal vez por ello, descubro que cuando Motis se pone a cantar en portugués en esas bossanovas cálidas o cuando atacan la samba pasada por el filtro jazz del quinteto, me suena a gloria y tengo la sensación de que me está cantando al oido mientras el envoltorio musical me masajea parte del alma.

Sus solos dan en el clavo atendiendo a aquello de que menos es más, y arrancándose por velocidad en algunos momentos. A la par que con su voz, calidez y cercanía. De ahí, los posibles peros, si es que estos son posibles. Encuentro a faltar en su voz algo de visceralidad de vez en cuando, tal vez algo que tienda en algun momento, especialmente de crescendo en intensidad musical de los temas, hacia otros registros. Su recurso es cantar a viva voz, haciendola ir a cotas de molto forte; y eso en algunos momentos, no resulta ser suficiente.


Es decir, cantando de manera estándar, y tal vez en sus semisusurros nos llega al alma, pero cuando la intensidad del repertorio sube, tal vez le falte un punto de algo más. Pero eso tal vez no sea de cajón en un estilo tan plácido y reconfortante como suele ser el jazz. Seguro que serán cosas mías.

Joan Monné
De la banda, no puedo soltar más que elogios. El pianista Munné es el adalid de la versatilidad, atreviéndose a tocar improvisando a costa de saber poco más que el tono en que se canta alguna canción concreta, y para más inri, es capaz de rellenarla con solos e infinidad de inversiones y acordes llenos por doquier. Un músico total. Porque lejos de ello cuando empiezan los turnos de solos, me deja boquiabierto en más de una ocasión.

La realidad de este tipo de combos, para el pianista es contratiempear con la izquierda y clavar acordes con pequeños dibujos con la derecha, y cuando se trata de ciertos pasajes o de turnos de solos, puntear por todo el abanico de la mano derecha en esas 4 o 5 octavas. Es decir un papel limitado. Y a ello voy, cuando los solos son más largos y debe ceder el turno al siguiente instrumento,en alguna ocasión tal vez debiera hacerlo algo antes, ya que por más que excelentes solos, alguno se me hizo algo reiterativo, no tanto por las notas sinó por la sensación en general o sonido.

En ese par de turnos de solos largos tal vez debería acortar su improvisación, en cambio en otros temas, se encontraba a faltar precisamente que se esplaiara (o le permitieran hacerlo) y que dejara su huella en la cancion para acabar de redondearla. En fin, todo esto sucedía en un par o tres de momentos puntuales en un concierto de casi 2 horas. Apreciaciones de pianista aficionado, direis, y con razón. Minucias, pero que en una crónica fiel hay que mentar si uno persigue aquello de ser honesto.

Josep Traver
Luego, existen pocos guitarristas tan precisos como Josep Traver, un músico que se atreve con casi cualquier instrumento de cuerdas, y al que le bromea Chamorro cuando expresa su “alivio” por no haberse llevado su banjo y ukelele a este concierto.

El sonido de guitarra de jazz es la elegancia personificada, y Traver es de lo más preciso y certero que se pueda encontrar. No hablaremos de su experiencia ni eclecticismo. Los solos nos llegan. Y cuando ataca las inversiones rítmicas, la precision a la hora de decidir rasguear acordes amplios o atacarlos de manera más rítmica y rápida también me admira mucho. Lo mismo al oír esos solos sin una sola nota de más ni de menos. Punteos vigorosos y refrescantes.

De hecho el problema surge cuando se duplica su función rítmica con la del pianista o cuando la canción no pide mucho de la guitarra. Esos momentos concretos, parece duplicar algo que ya está ahí. Más minucias y sensaciones propias sin importancia.

Esteve Pi
De la batería, un instrumentista como la copa de un pino, que expresa su sensibilidad sutil cuando toca canciones más melódicas o calmadas, y ataca con firmeza, contagiando a sus compañeros de escena cuando hay que dar soltura y intensidad al repertorio. Siempre me encanta presenciar la amplitud de recursos de los bateristas de jazz que dan en el clavo en todo momento. Se diversifica el abanico que contiene una misma cancion, por más lírica o melódica que sea.

Y en uno de los pocos solos, Esteve Pi, literalmente se sale. Poniendo un broche de oro a su performance.

Joan Chamorro
De Chamorro poco se puede decir que no se sepa. Su featuring al contrabajo es siempre excelente, dando amplitud a los ritmos, marcando el tempo junto a Pi, dejandose llevar cuando el discurrir musical de los temas y/o del resto del combo lo requiere, y reposandolos cuando después de una zona rítmica y animada hay que volver a una coda que lleve a un final más lírico junto a la vuelta de la voz de Motis de nuevo.

No había sabido captar la última vez, su todavía más excelente capacidad con el saxo tenor. Si no recuerdo mal lo cogió en tan sólo una ocasión, y creedme que me eclipsó de principio a fin. Pese a que la banda dejó de tocar con contrabajo y asumiera parcialmente ese papel Munné al piano. He aquí mi única queja en cuanto al sonido, al dejarse llevar y tocar el saxo en molto forte, en esas pocas notas el saxo lo tapaba todo. Tan sólo unos segundos, pero la intensidad de sus solos hacían que no importara lo suficiente. Más bien al contrario.

Estaría bien que se prodigara más en ese aspecto con el quinteto junto a Motis, pero supongo que encontrar a otro multiinstrumentista o a otro contrabajista que esté a la altura de la banda debe de ser complicado. O tal vez se trate de que como mentor y director del combo, el contrabajo precisamente se presta a hacer esa función de hacer mover la música en la dirección adecuada. Tal vez se trate también de que los instrumentos de viento metal rellenan normalmente durante menos tiempo los temas fuera de la puntualidad de los solos.

Aunque ese sea el tema, estaría bien poder saborear el saxo tenor de Chamorro algo más en cada concierto, por aquello de contentar aún más y mejor al público del quinteto.

MATERIAL
En cuanto al repertorio, volvieron a atacar multitud de estandares de jazz, como el clasiquísimo y apropiado Summertime, ese par de bossanovas como Mañana do Carnaval, el Moonriver, Blue Monk y hasta un vals.

Como ya escribía más arriba, las bossanovas en voz de Motis  suenan sublimes. Ahora no sabría discernir si se trata de repertorio que ya venían cocinando o se trataba de canciones más orientadas a este concierto o festival de cariz más world music. Sea como fuere, fueron algo superior, casi una elegía.

Si no recuerdo mal, la primera parte del vals me resultó un tanto titubeante al principio hasta que no entraron en barrena  más puramente jazzística. Lo mismo que un Moonriver que me suena flojo con la voz de Motis y unos arreglos algo demasiado estáticos u estándar. ¿Será por la "mala costumbre" propia de escucharlo siempre de la mano de la voz, Sr.Sinatra y orquesta?

Reconoceré que cuando presentaron el tema de Amy Winehouse "You know I'm no good" , me sorprendieron gratamente cogiéndome a contrapie. Aquello de pensar "vamos a ver". Mis expectativas o intuición fué la correcta. Introducción instrumental, que pretendía marcar bien los ritmos en plan funkoide al contrabajo y que la guitarra y el piano no acabaron de situar en un camino más o menos proclive al mismo tema que trataban de versionear. Y era casi irreconocible respecto al original. Mal camino para una versión.

Cuando ya entró la voz de Motis, tal vez se acabó de deshacer ese esfuerzo impreciso instrumental de introducción al ritmo del tema. Y es que no todas las voces son capaces de llenar una canción de Amy. Y la de Motis tampoco. Fué mi gran decepción del concierto sin ninguna duda. Pero también es evidente que el aire del tema original es bastante difícil de replicar en formato quinteto de jazz.

Pese a ello, diría que es un camino que debería tomar la cantante y con ella el quinteto en pleno, de acercarse a estos otros estilos más profanos para los músicos de jazz. Se agradece y sorprende el esfuerzo, pero hay que ser justos y en este caso, la versión no estuvo a la altura.

Otro pero, siempre desde mi punto de vista personal, es la falta de un par de temas de componente más rítmico o alegre, encontre a faltar cosas como la versión de Nina Simone de "My baby just cares for me" o el "the devil & the deep blue sea". Y sinó de similares. Encontré todo demasiado melódico y le faltó un contrapunto de algo más de movimiento. Como complemento o colofón. Pero tampoco somos ni seremos nosotros los que escogemos el songlist.

CONCLUSIONES
El concierto fué excelente, la atmósfera magnífica, y todo estuvo delicioso y exquisito, salvo estas minucias que no ensombrecen ni de lejos un concierto de tan alto standing. Ojalá se programaran más conciertos y de esta manera tan asequible, de esta categoría y con este encanto tan único.

Un acierto inaugurar el festival con el Motis & Chamorro group. También el de hacer una media parte para que el público tenga la oportunidad de paladear el vino seleccionado. Por más de que siempre la gente se esplaye algo más de la cuenta y tengan que volver corriendo a sus asientos numerados una vez los músicos ya atacaban el siguiente tema.

Para los que no hayan leído el resto de mi crónica de aficionado y amateur novato de jazz, remarcar que paladear en vivo a Motis y Chamorro group es una experiencia única, mágica y de aquellas que difícilmente se pueden llegar a olvidar, de aquellos conciertos que permanecen bien al fondo del corazón de un servidor. Y así os lo cuento. Cuando esta chica comienza a cantar, el tiempo se para.




AUDIENCIA
Y la prueba es que nos pusieron los pelos de punta a más de uno en más de una ocasión, y fueron capaces de levantar al público (variado y que aglutinaba una gran amplitud de edades) hasta en dos ocasiones, que con ganas de más, aplaudimos durante unos cuantos minutos, y que obtuvo la recompensa de unos cuantos bises más. Y ya al terminar, repetición de la estampa, público en pie y aplausos duraderos.  La audiencia es sabia y agradece, reconoce y disfruta de los grandes conciertos. Y este fué sin ninguna duda, de los memorables.

¿SUGERENCIAS?
Y no me estaré de trasladar la siguiente reflexión, o intentarlo si no es demasiado atrevimiento por mi parte. Por un lado, ya hemos copsado que los estándares más estándares de jazz y del jazz cantado le van como anillo al dedo a Andrea Motis, y más cuando las versiones se hicieron conocidas a través de otras grandes damas clásicas del jazz.

También insisto en que esa tesitura de calidez debería complementarse con algun que otro registro vocal que redondee las piezas en algun que otro momento clave. Desde mi posición de crítico aficionado que trata de aportar algo de debate a lo que ve, debo decir que tal vez el excesivo encorsetamiento en el campo del jazz cantado en particular y de algunos instrumentales en general tambíen dentro de los estándares del jazz ; tal vez la limite un tanto.

Bajo mi perspectiva, creo que haría bien en colaborar en momentos, conciertos o grabaciones de artistas de otros estilos más profanos a ojos de los amantes acérrimos de jazz. Acercarse a versiones como la de Amy Winehouse, Nina Simone, Aleluya y alguna que otra conforman un acertado primer paso. Pero diría que para que su capacidad musical se acrecentara todavía más, haría bien en adoptar un punto más de valentía para salir momentaneamente de esa zona de confort (amplia) que supone el jazz  que además ya controla con matrícula de honor. Debería de acercarse a cosas más profanas  como por ejemplo el triphop, el blues e inclusive el doowoop, por decir algunos de la multitud que pululan por el mundo de la música popular.

Crecería como artista y tendría una visión más amplia de sus propias capacidades.

Y me atreveré a ir un tanto más allá; lejos de que todo lo que ha inculcado el maestre Chamorro ha sido impresionante, me aventuraré a exponer mi sensacion de que la carrera actual de Andrea  parece limitarse a inrementar el nº de partituras jazzísticas que conozca y en mejorar su capacidad en los instrumentos solistas. Sumar y perfeccionar. Pero el plus de moverse un tanto de su actual status la llevaría a cotas realmente supremas.

Siempre que se quiera crecer más como artista y no se le arrugue la nariz tan sólo de plantearselo. Ella es una cantante que ya forma parte de la élite mundial, y tiene mucho tiempo por delante. Hará lo que quiera y escogerá su camino. Y si se queda en el jazz, seguirá regalándonos conciertos inolvidables como el de esta noche.

Pero ya hablé demasiado. Ahí dejo el testigo y la sugerencia.Tal vez me equivoque.

Aún así, debemos seguir celebrando y disfrutando de su presencia en los escenarios cada vez que podamos. Pocas veces veremos tanto talento. Y yo digo y me repito, los conciertos de Andrea Motis & Chamorro group son una experiencia religiosa.

¡Y que dure!













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