martes, 4 de febrero de 2014

Algunas decepciones musicales del 2013: Paseos musicales sobrantes

Decepciones 2013

Dicho así puede sonar feo, pedante e irrespetuoso, pero lo cierto es que todos los que constantemente permanecemos escuchando música heterogenea tenemos nuestra ración de decepción respecto a nombres o grabaciones que suelen estar en podios particulares ajenos. Esos nombres que tal vez algún día disfrutábamos u seguíamos con impaciencia, de los cuales esperábamos más.

No nos vamos a engañar, uno no se escapa de fílias y fobias varios, pero cuando empiezas a resultar alguien medianamente experimentado en aquello de practicar como oyente curioso, añadiendole cierta clarividencia en cuanto a la disquisición clásica de gustos personales vs sensibilidad a criterios o méritos artísticos varios; cualquiera podríamos justificar las razones por las que aborrecemos ciertas propuestas de manera convincente.

Y yo no lo soy, seguramente tampoco sea nada imparcial al respecto de cosas que no me convencen ni me hayan convencido practicamente nunca. Pero la verdad es que me encanta compartir cuando creo haber atendido lo suficiente y de unas cuantas maneras posibles, repitiendo una vez tras otra y encontrando poco o nada estimulante en las canciones escuchadas. Especialmente cuando en todos los sitios, esas canciones, discos, artistas, me los ponen por las nubes; cual panacea.

Lo primero que nos dirán, a los que nos atrevemos ante tal caballo de Troya, es que o no tenemos ni idea, o que nuestro criterio es erroneo,  o que tal vez no seamos precisamente los más indicados si criticamos ciertas cosas.Que digan.

El paseo es corto, y puedo empezar por James Blake que me sorprendió de manera mayúscula con su debut en solitario pero en Overgrown la cosa mengua, y lo único que puedo argüir es la falta de capacidad de sorpresa. Aquello que me hechizó entonces, no aparece con la misma fuerza en esta ocasión, por más que no resulte novedoso ya. Janelle Monaé, de la que tal vez esperara demasiado, esta vez dubita entre el R&B comercialoide, pistas de conversaciones radiofónicas, y pastillas de soul ligero. Si, artesanalmente estas pastillas de soul son correctas, con coros y arreglos notables, pero bastante esperables. Aún así, diré que también tiene un par de hitazos siderales, que a  los fans les resultará ser la justificación para todo un disco irregular. No para uno.

cz.dada.net
En cuanto a Yo la tengo, por veteranía, genero y viendo su evolución, por más que disfrute como un cosaco con cosas anteriores, por más que muchos tics vuelvan a aparecer aquí, etc, me lo veía venir. Que cierto agotamiento de su propia fórmula se hiciera palpable, y que sus canciones no tengan el alcance de antaño parecía de libro. Quise equivocarme y fracasé. La intuición se hizo realidad.

Otros visionarios de entonces desaparecidos de escena, My Bloody Valentine, fueron ejemplares en su debut, y siguieron siendolo en aquello que controlan, feedbacks, reverbs, vorágine guitarrera boyante etc. Y lo controlan también en directo. Pero me pasa lo mismo que con los manierismos o méritos que tenían tambien en su momento Jesus & Mary Chain, que lo despojas de ese sonido, producción y control, y las canciones desnudas no tienen nada de punch. Quitadle imaginariamente toda esa vorágine de efectos y compañía y probablemente esteis conmigo. Chapeau por el control de efectos uno dentro de otros cual matroskas rusas, pero quitadle eso, y esas matroshkas se volverán insípidas e incoloras.

Anímic, adalides para un servidor del savoir faire en el folk, demuestran otros savoir faires en lo alternativo, con una suerte de rock indie a su manera. Meritorio, seguro, pero no dan en el resorte adecuado como para entusiasmarse uno con el nuevo material. Es indie, sí, y ya está. Para mí limitan su talento. Todo es opinable.

Ya dije lo suyo en mi anterior entrada, sobre Manel, el grupo que repite y repite hasta que, en aquel punto en el que uno está a punto de pasar al siguiente tema, aparecía aquel elemento que propulsaba las canciones a la categoría de himnos. Pues ese elemento resulta insuficiente en su nuevo lp.  Han perdido esencia.

Luego Standstill, repiten fórmula por doquier, de manera exhibicionista volviendose efectistas del todo. De Refree y su giro psicodélico-ruidoso tampoco hará falta reiterarme, pero ruidos gratuitos y peonceros no son excusa suficiente, para justificar que luego vocalmente recurra por momentos a calcos y patrones de material anterior. Que Vampire Weekend resten kilates y chispa, para entregarnos un disco de pop positivo y jovial y punto pelota, debería ser punible.
www.head-fi.org

These New Puritans siguen a la suya, en su propia burbuja aislante proto-arty, semi avantgarde. Low siguen aburriéndome a mares; MIA dispara a matar pero me resulta de estridencia poco saborosa; Arcade Fire siguen siendo unos proscritos por resultarme totalmente asépticos e indiferentes, por más que tengan un trono intocable para muchos, la mayoría.

Julia Holter, deja de sorprender tambien, vale, pero con un poquito de su propia salsa podría haber aliñado un poco esa sensación de más de lo mismo, un mismo excelente, pero sin distinciones. A estas alturas, que sigan sin gustarme poco o nada los Nick Cave, Arctic Monkeys, Kanye West , Justin Timberlake, no me resulta novedoso, soy un rebelde impermeable a lo que me proponen, con razon. Quedaoslos, pero sabed que existimos unos cuantos detractores. Lo mismo que con Pony Bravo y Parade.

Y los retornos?
Difíciles de listar, pero la enésima decepción con Tricky clama al cielo, la cacareada nueva entrega del master David Bowie me resulta ser un bluff en toda regla, demasiado sobrio el disquillo. Iggy & Stooges siguen yendo a lo suyo, mucho ruido y nervio, pero pocas nueces. Tal vez lo de Black Sabbath sea diferente porque insisten en su marca de estilo con acierto, pero tambien es verdad que es una marca de estilo excesivamente anacrónica, viejuna, desgastada. Está bien y ya está. NiN restan demasiado calibre a su rock industrial, suenan lights. Y por más que insista el maestro Neil Young intentando combatir su propia chochería con solos de 25 minutos al viejo estilo, no deja de ser el jubilado cascarrabias de rudas maneras y poco que aportar en que se convirtió casi desde su Greendale. Mejor que siga sacando ese material inédito de épocas anteriores con que nos deleita de vez en cuando.

Es esperable que Suede, Sebadoh, Devendra Banhart intenten volver al ruedo, sacarse cuatro cuartos siempre viene bien. Si pueden que lo hagan. El enésimo retorno cantado de Primal Scream y Daft Punk me suenan totalmente vacíos, algo más que despojos de lo que fueron. Y dentro del rock alternativo, los Mudhoney, Melvins, Black rebel Motorcycle Club o Queens of Stone Age parecen un autorretrato en blanco y negro. Dios los perdone, ellos lo intentan.

Y como despedida, diré que me he quedado bien a gusto, y que tal vez otro día me centre en todos aquellos artistas tan bien considerados que es difícil que nos hagan tilín, dando algun porqué. Pero estoy seguro de levantar  atisbos de polvareda al respecto de unos cuantos de estos artistas que son intocables para sus más acérrimos. Con todo el respeto y el agradecimiento por haberlo intentado de nuevo. Y porque los hayan dejado.

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